martes, 11 de diciembre de 2007

LLAMADA CELULAR


...no vuelvas, no vuelvas sin razón,
yo estaré a un millón de años luz de casa...

Suena el teléfono. No tengo necesidad de ver el número para saber que eres tu quien marca. Hoy es martes. Ya sé que los martes es a mi a quien le quieres contar tus conquistas del fin de semana, es a mi a quien quieres oír para no perder contacto con mi vida. Y ya sé que esta llamada me mantendrá contigo las siguientes 2 horas. Y tu me dedicaras estas 2 horas a mi, porque el resto de la semana prefieres dedicarla a otras personas. Probablemente te haga una invitación que graciosamente vas a rechazar. Probablemente me hagas una invitación que ambos sabemos que no tienes intención de cumplir y que terminaras plantándome porque estas ocupada o porque debes dormir temprano. El teléfono sigue sonando. Me pregunto si debería contestar, si debería darte mas oportunidades para que sigas jugando este juego en el que te la pasas retando y probando hasta donde aguanta mi afecto por ti. ¿Y si no contestara? Seguro terminarías marcándole a alguien mas, y también terminarías recostada en tu cama liberando a la parlanchina que hay en ti, y sería alguien mas el que se enterara de tu rutina semanal y de como la casa te escupe el viernes porque quieres fiesta, pero sabes que hoy es martes y es el día que incluye las 2 horas que son para mi. ¿Y si tomara la llamada, pero no dijera nada, si solo descolgara y en silencio te escuchara? ¿Pasarían 5, 10 segundos hasta escuchar tu "soy yo..."? ¿Cuanto tiempo tardarías en contarme lo bien que te trata fulano, lo segura que te sientes con sultano, lo que te molesta de mengano? No puedo evitar interpretar todo esto como un mensaje cifrado de lo que quieres que haga contigo, de lo que quieres que no haga contigo, como si me estuvieras entrenando, educando para ti. Pero también me parece como un directo mensaje de que prefieres algo distinto a lo que yo puedo ofrecerte, de que prefieres a alguien mas. ¿Cuanto tiempo pasaría para que me contaras lo que hiciste por primera vez con tal o a donde fuiste por enésima vez con cuál? ¿Y cuanto pasaría para que pensaras en ir conmigo a esos lugares? El teléfono sigue sonando. En definitiva me gusta oírte, me gusta hablar contigo. Y tus juegos de entrenamiento me parecen divertidos. Me parece curioso que sea a mi al que le cuentas tus asuntos con otros. Pero todo esto no es mas que una interpretación mía, una traducción mía. El teléfono sigue sonando. De verdad me gustaría saber tus razones, no tus explicaciones sino tus auténticas razones para hablarme. Y me pregunto ¿porqué me gustaría saberlas? El teléfono sigue sonando...

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