martes, 25 de noviembre de 2008

VENUS



...ante la ausencia de información, la especulación o suposición frecuentemente guiada por proyecciones de nuestros miedos y/o anhelos más profundos, puede ser una peligrosa herramienta. Probablemente la comunicación y la búsqueda de información den mejores frutos...

Comúnmente conocido como la estrella de la mañana, o el lucero vespertino, Venus es el objeto más brillante en el firmamento, aparte de la Luna. Probablemente por esto debió ser conocido desde la prehistoria. Sus movimientos en el cielo eran conocidos por todas las civilizaciones antiguas. Ya en la época del telescopio, el estudio de Venus era una labor muy compleja debido a que no era reconocible ningún rasgo sobre su superficie. La superficie de Venus estaba cubierta por una densa capa de nubes. Esto llevó a muchas especulaciones e interpretaciones sobre el ambiente venusino. En los años previos a las primeras observaciones de radar sobre Venus, los sesenta del siglo pasado, se pensaba que Venus era un mundo pantanoso donde podían existir dinosaurios. Una especie de paraíso perdido. La "lógica", si puede llamársela de esa forma, era la siguiente: No puedo ver la superficie de Venus porque está cubierto de nubes, ¿de qué son las nubes?, de agua por supuesto. Entonces había grandes cantidades de agua en la superficie, por tanto, debía estar cubierta por un pantano de dimensiones globales. En un ambiente pantanoso de tales condiciones, la vida debió desarrollarse en formas extraordinarias, y como las formas más extraordinarias de vida en la Tierra eran los dinosaurios, para algunos no resultaba descabellada la idea de dinosaurios venusinos.

Hecho: No puedo ver nada en la superficie de Venus. Conclusión: dinosaurios.

No fue hasta que se hicieron las observaciones con radar y en el infrarrojo que se obtuvo información sobre la superficie. Venus es un planeta con temperaturas superiores a 450°C con vientos de 350 Km/h, con una atmósfera de dióxido de carbono y nubes de dióxido de azufre y ácido sulfúrico que ejercen una aplastante presión 90 veces superior a la de la Tierra. Lejos de ser un paraíso para la vida, Venus se parece más a un verdadero infierno...y por supuesto, no hay dinosaurios.

Tu y yo vivimos una experiencia, la misma, de maneras muy distintas. No nos dimos la oportunidad de decir lo que cada uno creía, lo que cada uno tenía que decir, ni de oír lo cada uno tenía que escuchar. Ante la falta de información, es mi forma de verlo, interpretamos, supusimos, especulamos, cada uno con su propia carga de sueños, anhelos y miedos. Con esas interpretaciones y supuestos, cada uno percibió la realidad de manera diferente y a partir de ahí, tomamos decisiones. Cada uno se creó sus dinosaurios, su paraíso o su infierno. Por algo pasan las cosas...Ahora creo que tenemos la oportunidad de comunicarnos, de decir y escuchar, y nos toca decidir si seguimos suponiendo, o nos hacemos de la información que cada uno requiera para su toma individual de decisiones. No estoy interesado en revivir lo que pasó. Tu, yo y nuestras respectivas circunstancias han cambiado, creo yo. No estoy interesado en convencerte de algo, ni necesito que me respondas preguntas, ni quiero entenderte...y por supuesto, no tengo intención de aprovecharme o lastimarte. Estoy interesado en construir algo muy distinto.

lunes, 10 de noviembre de 2008

BRINCOS SALTOS Y MAROMAS



Déjate caer.
La Tierra es al revés,
la sangre es amarilla,
déjate caer.

Las olas no demoran
a mi alma desertora.
Explicalo muy bien,
se abre la tierra,
el cielo esta a mis pies.
Dejate caer.

HOME IMPROVEMENT


...Destruir la antigua certeza hasta los cimientos es el primer paso para reconstruir. La verdad siempre acabará como un páramo en ruinas...

En un momento en mi vida, me sentía como un ingeniero experto en demoliciones. Una parte de mi se dedicaba exitosamente a construir. Construir relaciones que suponía enriquecedoras, construir una vida que suponía provechosa, construir un Yo que suponía íntegro. Construir, en resumen, suposiciones, presunciones. Supuestos para presumir. Al mismo tiempo, una parte de mi se empeñaba en demoler lo que suponía perfectible. Demoler modelos ajenos que suponía disfuncionales, demoler ideas que suponía artificiales, demoler un Tu que suponía falso. Demoler, en resumen, suposiciones, presunciones, pero ajenas. Sólo demolía lo ajeno. Una de mis presunciones, mi Ego, me hacía suponer que mis construcciones, mentales y terrenales, eran mejores que casi cualquier proyecto ajeno y por tanto, sólo las edificaciones ajenas debían ser demolidas. Una violación natural: No hay marcos de referencia privilegiados. Así, un buen día, Dios, la Vida, el Amor, ¿quién sabe? me puso frente a un anhelo sincero y frente a una medida de realidad, sin supuestos, sin presunciones, Orgullos Verdaderos. Y ante eso, todas las edificaciones aparecieron ante mi con un valor muy distinto. Mis relaciones enriquecedoras, mi vida provechosa, mi Yo íntegro...ya no me lo parecieron tanto. Y los modelos disfuncionales, las ideas artificiales, el Tu falso...ya no me lo parecieron tanto ni tan ajenos. A la luz de mi anhelo y mi medida de realidad, todas mis construcciones parecían perfectibles y el trabajo de demolición comenzó. Había que demolerlo todo hasta encontrar las fallas, los vicios ocultos, las imperfecciones. No entendía porqué, pero la demolición se volvió la tarea rutinaria. Al llegar a los cimientos, por fin, lo entendí. Era un problema estructural. Había edificado todo en suelo ajeno con una mentira como base. No hay marcos de referencia privilegiados: yo no construyo cosas perfectas. Pesar, tristeza, enojo, ¿quién sabe? hubo de todo, pero también alivio y apartir de ahí, calma y aprendizaje. Estaba listo para empezar a reconstruir. Ya no construyo supuestos, prefiero construir certezas aunque tarden más en fraguar y se coticen menos. Ya no construyo para presumir, prefiero construir para hacerme feliz. Ya no hay demoliciones por imperfecciones, tan sólo la destrucción controlada de una reparación o mejora. Algunos me dicen que Dios me salvó, otros que fue la Vida, o fue el Amor. Yo los percibo tan parecidos...

sábado, 8 de noviembre de 2008

RESILIENCIA



...desde que se incendió mi casa, puedo ver mejor la luna...

Es muy útil tocar fondo en cualquier asunto, porque desde ahí puedes impulsarte para salir a tomar aire. Lo peligroso de tocar fondo es que te acostumbres al ambiente ahí abajo...

EXTRAVÍOS



...truco 3: se me perdió la tarjeta...

En unas cuantas semanas perdí mi coche, mis tarjetas, mis identificaciones y mi cámara. En un asalto y un acto fallido, breves entre lo breve, desapareció todo.

El extravío es una sensación difusa donde se pierde la orientación: algo falta entre las manos, una ausencia a la vista, una voz que no logra evocar al objeto. Ocurre en un momento definido, el del robo, el del olvido. Sin embargo, nuestra vida está llena de pequeños extravíos porque el movimiento nos define y, con ello, múltiples elementos próximos y lejanos aparecen y desaparecen cotidianamente.

No podríamos soportarlo si no contáramos nuestro mayor agente extraviante: la memoria. Dicen que la memoria no recuerda: olvida. La erosión diaria de los detalles físicos, los rasgos, las sensaciones al tacto, los ciclos, las nuevas ideas y las palabras van perpetrando un extravío general que, empero, es incapaz de prepararnos para la pérdida más grande: la muerte.

Poco a poco se rellenan los huecos. El sistema tiene métodos para reponer o comprar de nuevo, mas es incapaz de recuperar. Marcar un número, como dicen todos los conmutadores, para reportar "por robo o extravío" y después de largos trámites o pagos instantáneos (el interés tiene pies) tendré los nuevos objetos. Al menos mi yo podrá empezar a olvidar la pérdida. Me reiré del presentismo, de la angustia, de la falta.

Es menos grave extraviar el coche, las tarjetas, las identificaciones y la cámara que perder el movimiento, el trabajo, la identidad o la mirada. Sin embargo, también para ello debería estar preparado.

Onitlapoloc, "maca aic nipolihui".